martes, 23 de diciembre de 2014

Ruta alrededor de los Miravetes


Espero que os animéis con esta preciosa ruta por los paisajes karsticos del sureste español.

Ruta realizada el 21 de diciembre de 2014.

La ruta comienza en los collados de la Sagra. Desde donde nos encontramos con esta maravillosa vista de dicha sierra.

Comenzamos entrando en el recinto del hotel por un camino que bordea al edificio por su cara este. Al poco nos encontramos con una puerta típica para encerrar el ganado. Ésta tiene un cerrojo el cual tras haber pasado volvemos a dejar cerrado para evitar el paso de los animales. Al cerrar la puerta cogemos el camino hacia la izquierda, dirección sur hasta llegar a una valla de ganado que atravesamos sin problemas y desde ahí ya vemos el cortijo de collados de arriba, donde se encuentra el observatorio. Para llegar a este hemos de saltar otra valla de ganado, pero sin ningún problema.

vista de la Sagra llegando a collados de arriba


A partir de aquí, justo a los pies del telescopio tomamos un sendero que por momentos no se distingue, pero que al llegar a una pequeña vaguada por donde pasa un tendido eléctrico, se une a un camino, el cual seguimos hasta que acabe en una pedriza.
Sendero que por momentos cuesta distinguir
Camino cerca de su fin en la pedriza
En este punto comenzamos a usar las manos. Debemos subir por la pedriza de manera que ascendemos codo con codo con un cortado a mano izquierda. 
Cuando ya estamos en la cresta de la sierra (loma de Montilla) sin saltar la valla de espino que nos encontramos, la seguimos hasta un momento en el que vemos que ésta pasa por en medio de dos encinas muy juntas y que nos obliga a dejar la cresta hacia nuestra derecha. En ese momento saltamos la valla de espino puesto que resulta sencillo por dos rocas que hay a cada lado de ella.

Vista de los Miravetes tras atravesar la valla.

En ese momento comenzamos a descender, bordeando la montaña, de manera que acabamos en el valle justo aguas arriba de los cortados y aguas abajo de la muralla de espinos que es imposible atravesar.

Bajada desde la cresta. Es dura puesto que no hay sendero.
Desde este lado se aprecia la barrera fisica que imponen los espinos en el lado izquierdo (derecho al bajar)
Continuamos llegando al camino que va al cortijo de los Miravete, el cual cruzamos para ir en linea recta hacia la vaguada entre Peña Buitrera y los Miravetes (no confundir con el cortijo)
Peña Buitrera a la izquierda y los Miravetes a la derecha
Una vez en la vaguada entre ambas moles de roca caliza almorzamos para reponer fuerzas y continuar hacia Peña Buitrera.

Vista de Peña Buitrera desde la vaguada que la separa de los Miravetes. Lugar donde almorzamos

Sin llegar arriba del todo de Peña Buitrera nos aparece una característica formación geológica a la derecha. 
Caracteristica formacion geologica a base de estratos calizos.
En vez de encumbrar la peña volvemos nuestra vista hacia el norte, donde vemos la Cuerda Alta de los Miravetes. 
Primero descendemos hasta la vaguada que separa Peña Buitrera de la sierra antes mencionada.A partir de ahi sin llegar a la cresta, iremos siguiendo la curva de nivel de la solana para no ir perdiendo, ni ganando altura. Para esto deberemos de atravesar continuas ondulaciones en el terreno, que juntos que el tipo de terreno pedregoso harán que demos buena cuenta de nuestros tobillos.

Una de las continuas ondulaciones en el terreno

Vista de la Sagra desde la solana de la Cuerda Alta de los Miravetes

De esta manera llegamos al barranco de Maguillo, donde descansamos los tobillos un momento antes de prepararlos para la ascension a la Guillimona. Para orientarnos un poco mejor vemos como al norte nuestro, a pocos metros hay una valla de ganado, la cual también delimita los municipios de Huéscar al norte y La puebla de Don Fadrique al sur. 
Proseguimos la marcha subiendo un montículo tras el cual vemos un pequeño camino. Éste lo seguimos de manera ascendente hasta que nos encontramos con una valla de dos metros de altura que no podremos flanquear. Por consiguiente giramos a la derecha y no paramos de ascender por un terreno terriblemente pedregoso.
Ascendemos junto a la valla


Habra un momento en el que la valla queda junto a un pequeño cortado de dos o tres metros. Estamos en un lugar donde las piedras dan paso a un pequeño prado. Aqui comemos y estiramos las piernas; incluso nos tumbamos a disfrutar de la suave y fresca brisa mientras nos baña el sol sin quemarnos como nos acostumbra por estas latitudes, haciendo que deseemos quedarnos acostados y disfrutar del tiempo como nunca hacemos por el estrés de la ciudad.
Vista de Sierra Nevada desde el prado
Vista de Peña Buitrera desde el prado 
Vista de Santiago de la Espada desde el prado
Ahora ya toca el descenso. Éste se inicia de manera fácil, lo cual no implica que volvamos a encontrarnos con gran cantidad de piedras que harán que tengamos que llevar cuidado. Seguimos la cuerda de la Guillimona en dirección suroeste de forma que tengamos siempre enfrente el cortijo de los Miravetes.
Vista del descenso por la estribación mas pequeña de la cuerda de la Guillimona

Durante el descenso nos encontramos con un camino, el cual seguimos hasta la rambla. En vez de cruzarla nos metemos en ella por un camino apenas distinguible y a unos veinte metros, cuando el camino se separa hacia la derecha lo seguimos. 
Vista del camino poco antes de llegar a la rambla.
El camino muere en un campo sin labrar, con lo que proseguimos hasta la rambla y descendemos por ella hasta entrar en el barranco. De aquí en adelante continuamos bajando con cuidado por las diversas mini cascadas que ha formado el agua a lo largo de millones de años. 
Hay un punto en el que no podemos seguir bajando porque la cascada hace necesario material de escalada. En ese punto alzamos la vista hacia las encinas que se encuentran encima nuestro a la derecha, hasta ellas hemos de llegar retrocediendo unos metros y ascendiendo por unas rocas en el margen derecha de la rambla tras una pequeña zarza.

Zarza en el margen izquierdo tras la que hemos de comenzar la subida. 
La linea indica el lugar por el que se sube.

Al llegar arriba nos encontramos en el lugar junto a las encinas que antes hemos visto desde abajo. En este punto seguimos la curva de nivel hasta llegar al lugar donde se aprecian las dos personas en la foto.
Vista del gran barranco en comparacion con las dos personas que se encuentran en la esquina superior derecha.
Una vez en la roca con punta redondeada, la bordeamos y continuamos por la curva de nivel pero esta vez ascendiendo un poco para evitar algunos cortados.
Proseguimos atravesando autenticos ríos de rocas y tras haberlos dejado atrás hacemos la operacion inversa; vamos descendiendo poco a poco hasta que encontramos una de las múltiples sendas que hay. De la senda llegamos al camino, el cual seguimos hasta que llegamos al cortijo de collados de Arriba y deshacemos los doscientos primeros metros andados de la ruta.

Todas las fotos y videos de la ruta aqui:

https://mega.co.nz/#F!xhEyHBKL!qzRFPwpyOvFut85VQPKRbg

Sin lugar a dudas es una gran aventura puesto que aunque no se llegue hasta arriba de la Guillimona, el barranco Maguillo hace que te salga la adrenalina.
Dar las gracias al blog aristeando montañas, ya que fue una de sus rutas la que usamos de base para hacer esta maravillosa ruta. Cualquier duda, pregunten en los comentarios.



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