sábado, 15 de febrero de 2025

Carta a mi Joven Amigo


Se que esto no lo leerá nadie. Pero creo que debemos demostrar que estamos a la altura de las circunstancias.

Durante los últimos años se ha establecido en la sociedad, el discurso de que los jóvenes cada vez somos menos estudiosos, más débiles, e incapaces de lidiar con la dureza de la vida. No seré yo el que les quite algo de razón. Pero no podemos dejarnos llevar por la venganza. Y combatiendo tales aseveraciones para obtener un resarcimiento en un corto periodo de 3 o 5 años no obtendremos nada. Debemos ubicarnos en una mentalidad superior, a la vez que evitáis la prepotencia. Para ello hay que dejar impronta a las futuras generaciones con humildad y la recomendación que más adelante os doy.

Disculpad la introducción, pero todo texto debe tenerla.

Todos nos hemos criado viendo lo importante que fueron los sacrificios de millones de jóvenes para salvar a Europa de la tiranía y establecer un régimen democrático.

Todos hemos visto como la caída del muro de Berlín supuso un antes y un después en Europa para que el régimen establecido se esparciera por todos los países.

Pues bien, ahora está comenzando otro momento en el que debes saber que lo importante es luchar por esa democracia que tan en peligro está. Y esa lucha debe hacerse desde los diferentes puntos de vista que cada individuo. Y donde lo prioritario para cada persona será el posicionamiento de su conciencia respecto a las iteraciones con su entorno y expresar las ideas libremente sin autocensura al qué dirán o como me juzgarán. Pero como sociedad, renaceremos y tendremos democracia de nuevo, cuando el individuo, priorice que la otra persona exponga a viva voz sus pensamientos, aunque se contradigan con los propios.

A colación de esto último, y lo indicado en la introducción, dirijo este texto a ti, joven que está en el instituto, adolescente que está en la universidad, o veinteañero que, como yo, ya está trabajando o en busca del mismo.

Cuando leo o escucho análisis sobre los cambios que vienen, encuentro que muchos de ellos son certeros, pero aún no he descubierto ninguno en el que se esté discutiendo sobre, el que para mí es el mayor problema. Hablo como no del salto generacional y lo que ello implica en el seno de las familias. De esas conversaciones con padres, tíos, o abuelos, en las que aprecias que son incapaces de escuchar, de defender ideas con hechos contrastados, y de a fin de cuentas, asumir que en ciertos temas están equivocados.

Por ello, mi joven amigo, debes saber que es gente donde su presente es tu futuro. Un futuro donde, ya sea edad media o la antigüedad. Siempre es otra etapa de la vida; donde la visión del mundo es diferente.

Debes saber que esos familiares no son enemigos por tener ideas diferentes y no querer dejarte despertar de su ignorancia.

Debes saber mi joven amigo; que es gente que se crió obedeciendo a sus mayores sin rechistar, y lo más importante; que se criaron en un entorno donde no existía la capacidad de contrastar la información en internet. Creando su pensamiento en base a lo que se les decía en periódicos (mucho más imparciales que ahora) o en televisión.

Tenemos pues, la obligación de crear nuestra propia ventana de Overton desde cero. Una ventana que sea inmensa, donde se puedan expresar todas las ideas, y así crearemos desde cero la democracia que nunca debió irse. Pero, sobre todo, debemos saber que esa es nuestra ventana. Que el pensamiento de las personas mayores es otro, que jamás podremos cambiarlo, y aunque no estemos de acuerdo, por respeto a esa gente que nos dio todo (esa burbuja de bienestar en la que nos acusan que estamos), debemos evitar la confrontación.

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